A unos días de asumir la posición de gobernadora, Margarita González Saravia advierte de manera cotidiana el terminar con un pasado en el estado de Morelos que ha provocado el enojo de la sociedad con sus autoridades.

Ahora, lo reitera en cada acercamiento con los diversos sectores sociales, las puertas del Palacio de Gobierno estarán abiertas al pueblo, que será quien mande y los gobernantes obedezcan.

La postura es recuperar la confianza de los morelenses hacia sus gobernantes, misma que está perdida desde hace 12 años en un gobierno estatal en donde prevalece, hasta ahora, la corrupción, el alejamiento con el pueblo y la falta de obra pública y social.

El abrir las puertas del Palacio de Gobierno el primero de octubre, para Margarita González Saravia no es, simplemente, que la ingrese sin problemas, sino está para que sus demandas sean resueltas de inmediato con un equipo de trabajo sin horario ni descanso.

A eso le suma que será una gobernadora de territorio, en la que recorrerá todos los días las comunidades más alejadas de la capital morelense, las que históricamente están olvidadas de los gobiernos y esas donde la población desconoce quién o qué es un gobernador.

Se viene a partir del lunes primero de octubre, una nueva relación del Ejecutivo con el Legislativo y el Judicial, sin enfrentamientos y de coordinación que sea entre pares (como anota el léxico político) basados en el entendimiento de una nueva era y que llegó a Morelos la verdadera Cuarta Transformación.

El entendimiento entre el gobierno estatal con los municipios, especialmente Cuernavaca, advirtió la gobernadora electa que dejará de ser de encono, para ser de cordialidad y de acuerdos en beneficio de todos los habitantes de las tierras del zapatismo.

Se trata de un gobierno de puertas abiertas hacia todos los sectores, incluyéndose el privado y el encargado de generar el empleo y para ello habrá una correlación cercana con la gobernadora electa.

Al respecto, la. Asociación de Propietarios de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Procivac), que es la más importante del estado y con peso nacional e internacional, otorgó toda su confianza para que a Morelos le vayan bien con el gobierno de Margarita González Saravia a quien ven como una persona con capacidad de lograr la transformación de la entidad.

Sin duda,  en ese sentido están inmiscuidos los integrantes del sector cultural, abandonados en los últimos 12 años y marginados de todo proyecto porque siempre es “para los cuates”, que muchos ni radican en el territorio morelense.

Escritores, poetas, creadores, artistas plásticos, teatreros, cineastas, paisajistas y demás podrán disponer de los espacios del gobierno estatal para mostrar a los morelenses, radicados y visitantes de su amplia gama cultural.

Durante 12 años, lamentablemente estuvo roto todo acercamiento entre gobernantes y gobernados, en un estado que permaneció en la miseria, la corrupción y la ambición de quienes estaban al frente del Ejecutivo con sus familiares, esos que aprovecharon la pobreza y la desgracia del pueblo para hacerse millonarios.

Dicen que no hay mal que dure 100 años ni pueblo que los aguante, eso es lo de menos y pasaron menos de esa década y dos anualidades para que el pueblo sabio decidiera sacar a los foráneos con sus familias que llegaron a saquear las arcas públicas.

Ahora hay confianza y certidumbre por la llegada de los nuevos tiempos del estado de Morelos, sobre todo porque así lo demuestra en sus acciones cotidianas la gobernadora electa Margarita González Saravia al resolver, antes de iniciar su mandato, conflictos que serán heredados por la actual administración de un personaje que se la pasa más en los tacos y el alcohol que en las sesiones de la Cámara de Diputados federal.