*A mi padre en 13 años de su ausencia física, el que me educó para ser un libre pensador

Por: René Vega Giles

Nadie pensaba que Jaime Bahena landa de ser un próspero empresario en la zona sur y poniente del estado, sería el jefe de una banda del crimen organizado más poderoso del estado, más aún que sus lazos están ligados con la mafia. estadunidense.

El jefecito como suele conocerse en la región, logró con el apoyo de La Familia Michoacana, despojar del territorio a otros dos Grupos delincuenciales, tanto así que es quien decide quien sería el diputado local, federal, presidentes municipales y demás integrantes de los cabildos ubicados en lo que fue su zona de control.

La Parka, tuvo errores y uno de esos fue meterse con la empresa trasnacional Coca Cola Company y en general con la empresa Femsa, cuyo corporativo es manejado desde Nueva York.

El extorsionar a la refresquera y las tiendas de conveniencia que abastece tenía cierto control, pero que la embasadora cerrara su corporativo en la zona sur poniente fue su primer clavo, la cruz de Jaime Bahena Landa, el incrementar el precio por dar seguridad fue en segundo clavo y el que lo mandó a secuestrar al personal, es el tercer clavo y el que lo aniquiló comom el gran jefe.

Sin embargo, el jefecito o La Parka, recordó los viejos tiempos cuando en el municipio de Amacuzac dominó como el gran capitalista Amado Carrillo Orihuela viviera en su hacienda sin ser molestado, hasta que la familia Reagan decidió ir sobre éste personaje, porque ya molestaba a sus intereses.

¿Quién fue en realidad Jaime Bahena Landa?

Taquero en el municipio de Cuernavaca en su pueblo natal de Chipitlán, luego agente ministerial de la desaparecida Procuraduría General del Estado, para ser amonestado y retirado de su charola oficial.

Un día antes de ser detenido, era el dirigente de la Asociación de Transportistas de la Zona Sur de Morelos, con el respeto de los municipios de la zona poniente y sur de la entidad.

Tanto era su poder, que es regidor electo del ayuntamiento de Amacuzac por el Partido del Trabajo, con una cercanía (dicen las malas lenguas) con la diputada y dirigente de ese instituto político, Tania Valentina Rodríguez Ruiz.

Las investigaciones hacia Jaime Bahena Landa o El jefecito y La Parka fueron varias, una de ellas fue por parte de la Agencia Antidrogas del gobierno norteamericano (DEA, por sus siglas en inglés) y la propia Fiscalía General de la República (FGR).

Dicen los que saben que no es el único narcopolítico del PT, sino que hay más y que el propio secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana en el estado, Miguel Ángel Urrutia, asegura hay mas que son investigados e incluso algunos son del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), pero hay del PRI, PAN, Movimiento Ciudadano, no se diga del PT y Verde Ecologista.

Desde el trienio pasado fue exhibido el narcopoder en fotografías de los anteriores legisladores y del propio ex gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo. Como pasó con Graco Ramírez y su comisionado estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra, quienes fueron los principales creadores de Jaime Bahena Landa en los malos pasos.

Tenía tanta influencia La Parka, que hasta el obispo de la Diócesis. De Cuernavaca, Ramón Castro Castro, acudió en varias ocasiones a sus fiestas y bendecir sus actividades como “empresario”, el narcocatolicismo morelense hoy incrutado en la presidencia de la Comisión Episcopal Mexicana (CEM) también conoció al honesto Jaime “N”.

Lo peor es que también los siete consejeros del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) sabían de las relaciones extraordinarias de Jaime “N”, tanto así que fue quien decidió los candidatos del PT en la región sur-poniente, con la anuencia de su dirigente estatal y diputada Tania Valentina Rodríguez Ruiz.

Y no se diga del Poder Judicial en donde mantenía relaciones con todo su pleno de magistrados, para absolver de juicios a sus compañeros de La Familia Michoacana, siempre custodiados por la Fiscalía General del Estado (FGE).

Esa hasta hoy es parte de la historia, todavía falta mucho que escribir sobre ese libro que como lo dijo Miguel Ángel Ururtia: hay todavía más personas que detener, de los que ya saben donde están y solo falta generar el operativo correspondiente. ¡Ni modo, lo que se siembra, se cosecha!…