Por: Alfredo Soberanes

La política arancelaria del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con la excusa de terminar con el tráfico de fentanilo, ha sido una táctica efectiva para someter a México en diversos escenarios, logrando de inicio, una reducción en el flujo de migrantes en las fronteras y vigilancia del Ejército Mexicano y Guardia Nacional en éstas; de acuerdo con las cifras de los operativos que ha difundido la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en un periodo de tres meses, han sido desmantelados poco más de 50 narcolaboratorios, en ocho estados del país (situación que antes no sucedía); el Gobierno de la República entregó a 29 líderes del crimen organizado al vecino país del norte sin protocolo alguno, en una muestra de “buena voluntad”, incluido Caro Quintero, responsable del secuestro, tortura y muerte del agente de la DEA, Enrique “kiki” Camarena, a quien las autoridades norteamericanas habían tratado de llevarlo ante la justicia durante 40 años; se empezó con una fábula antidrogas en el país, para intentar apaciguar, la advertencia de aranceles de hasta un 25 por ciento, lo que se traduce a un colapso total de la economía mexicana. 

Empero, la semana pasada, el mandatario estadounidense refirió que los esfuerzos de México no eran suficientes, y el martes entró en vigor un arancel del 25 por ciento sobre todas las importaciones de México y Canadá, pisoteando con esto, el Tratado de Libre Comercio. No obstante, el jueves Trump nuevamente dio marcha atrás con muchos de los aranceles que se habían impuesto a productos mexicanos, los cuales dijo, eran necesarios para frenar el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos. Cero y van dos. Donald ha hecho lo que ha querido y ha conseguido incluso más, de lo que ha pedido; la estrategia le está funcionando.  

No hay que olvidar aquél discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum, en el marco del Día de la Bandera, donde refería, que “a México se le respeta, no somos colonia ni protectorado de ningún país. Ya no es como antes que los gobiernos se arrodillaban ante gobiernos extranjeros o que miraban fuera como ejemplos a seguir. Debemos recordarle al mundo entero que México es un país libre, independiente y soberano, y que su pueblo no permite la violación de su soberanía”. Se escucha bien, pero en realidad, recientemente aviones de la CIA espiaron en territorio nacional, sin que pasara absolutamente nada. Además, en su reciente discurso en el congreso, Donald Trump aseguró que los cárteles de la droga que controlan México, serían combatidos militarmente.  

Si bien la buena voluntad y colaboración (obligada) de la presidenta Sheinbaum, con un trabajo notable contra el crimen la deja mejor parada ante EU, esto no borra la herencia del sexenio pasado, con una política fallida de “abrazos no balazos”, de varios señalamientos de colusión y hasta amnistía para delincuentes. Las entrañas de la narcopolítica siguen intactas, con gobernadores y exgobernadores, como Rubén Rocha Moya y Cuauhtémoc Blanco Bravo (por citar a algunos), quienes, a pesar de varios señalamientos en su contra, siguen gozando de impunidad. 

Lo cierto es que, a pesar de llevar apenas unos meses de este sexenio, el temple, serenidad y paciencia (igual a no sé qué hacer) de la presidenta, ya evidenciaron la gran presión a la cual ha estado sometida, y ésta inclusive se ha visto reflejada en su rostro, denotando síntomas de temblores en los ojos, tics nerviosos y cansancio.

Mientras tanto, este domingo en el gran mitin morenista convocado en el zócalo de la CDMX, la presidenta envió un mensaje a EU: «No tenemos, ni tendremos intención alguna de perjudicarlos», al tiempo de ratificar el compromiso de México con su vecino país del norte, de frenar el tema de las drogas y resaltar la reducción del cruce de fentanilo entre ambos países. El chiste se cuenta solo. 

Reporte Exprés 

En el Día Internacional de La Mujer, este 8 de marzo la amalgama perfecta verde y morada alzó la voz, para que ésta retumbara hasta las entrañas del oficialismo; las calles de Cuernavaca y diversos municipios sucumbieron ante la exigencia desbordante contra los feminicidios, violaciones y violencia en general**Durante la marcha del 8 de marzo, resaltó una piñata con la figura mórbida del diputado federal morenista, Cuauhtémoc Blanco, a quien las féminas cargaron mientras gritaban al unísono “ese no es diputado, es violador”**Durante el mitin morenista en el zócalo de la CDMX, cuando la presidenta Sheinbaum se dirigía al escenario para dar su discurso, fue ignorada por Luisa Alcalde, Monreal, Adán Augusto y Manuel Velasco, quienes estaban ocupados tomándose una foto con Andy López Beltrán, hijo del expresidente AMLO. Como lo dice aquél dicho coloquial “hay niveles”. 

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