Por: René Vega Giles

El hoy prófugo de la justicia con el apoyo del Estado Uriel Carmona Gándara pasa unos días increíbles en Ottawa, Canadá, en busca del asilo político para evitar ser sancionado por las leyes mexicanas y evitar volver al penal de máxima seguridad de La Palma, en el Estadio de México, en donde ya fue un huésped distinguido.

Los crímenes cometidos por Uriel Carmona Gándara son los de solapar asesinos, feminicidas, fabricar delincuentes y ser propiciador de la corrupción de exdiputados locales a quienes tuvo en la nómina de la Fiscalía General del Estado (FGE), a quienes dio dinero a manos llenas para evitar ser retirado del cargo y sometido al juicio por una serie de delitos cometidos.

Actualmente, en Ottawa sigue en contacto con su principal jefe Graco Ramírez quien al saber de su alumno en el extranjero, celebró el hecho y lo gritó a los cuatro vientos, presumiendo que todavía manda en Morelos y la FGE sigue siendo suya 

Pareciera que esto solo fuera una broma de la vida, pero el ex gobernador todavía tiene bajo su mando a la fiscalía, en la que su titular Edgar Maldonado Cevallos se observa frágil y débil, por decir decentemente.

Y no solo ahí, también desde la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción (FECC), en la que Juan Salazar, cuenta con los privilegios de seguridad personal, autos y  otras prebendas más como si fuera el titular.

Otra más es la ex fiscal contra la Extorsión y el Secuestro, Adriana Pineda Fernández, quien tiene más de 30 carpetas de investigación por la fabricación de secuestradores y supuestas bandas de extorsionadores.

La escuela de Uriel Carmona Gándara, que es la de Graco Ramirez, ahí está y ahora desde el Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes, donde Adriana Pineda Fernández ahora sigue con las amenazas hacia los jóvenes y sus familias, con la protección de algunos diputados locales.

La historia de impunidad que vive la entidad sigue vigente y Uriel, Juan y Adriana son un claro ejemplo de la falta de aplicación de la ley y, ante todo, de la justicia, porque el trio se la pasa por el arco del triunfo, para que sigan tronando los chicharrones de Graco Ramirez en el estado de Morelos. ¡Que vergüenza!.