DESDE EL CONGRESO DE LA UNIÓN Y SENADO DE LA REPÚBLICA, URGEN CANDADOS A LA ADICTIVA TELEFONÍA CELULAR EN CENTROS LABORALES, CULPABLE DE LA BAJA PRODUCTIVIDAD TANTO EN EL SECTOR PÚBLICO COMO PRIVADO….
Por: Felipe Villafaña
Hace algunos días, los empresarios mexicanos expresaron su preocupación sobre el uso de la telefonía celular en las áreas laborales, principalmente en el sector público y en la atención hacia la sociedad porque quienes atienden al público pierden más el tiempo y causan improductividad perjudicial.
Incluso en las instituciones de crédito, han tratado de evitar este tipo de sistemas de comunicación entre su base laboral, sin violentar los derechos humanos y garantías personales de los trabajadores.
Actualmente, de acuerdo a algunas empresas, México es el país donde más la Población Económicamente Activa (PEA) suele utilizar los aparatos de conexión celular, o para comunicase a través de sus aplicaciones y a cambio estar en otras en las cuales hacen intercambio “informativo”.
En el sector público es donde más es utilizado el teléfono celular y la productividad es menor al 30 por ciento entre sus trabajadores (basificados o no), dicen los expertos que las “horas nalgas” son cada vez mayores y eso genera que sus empleados utilicen las aplicaciones electrónicas cada vez más.
Sinn embargo al sector productivo es un tema preocupante porque al no haber un reglamento legal sobre la prohibición de ciertos implementos electrónicos en las áreas laborales, genera una pérdida del 30 por ciento de la productividad del PEA, pero es más grave con el Producto Interno Bruto (PIB) que debe generarse para poder generar ingresos en salarios y prestaciones económicas.
El sector empresarial, productivo, privado o como usted quiera llamarle reclama una reforma a la Ley Federal del Trabajo que llegue a todos los estados y sea útil para recuperar la productividad que antes había de la telefonía celular y sus aplicaciones, incluso como una medida educativa, cultural y de prevención del delito.
Los particulares exigen a los diputados federales (al menos los del estado de Morelos) y Senadores dejar de aviar y padrotear el cargo, que propongan una reforma a fondo sobre la Ley Federal del Trabajo que prohiba el ingreso de la telefonía celular en los centros laborales privados y públicos.
La recuperación de la PEA y el PIB es importante para el desarrollo de todas las comunidades, porque significa desarrollo en todos los sectores incluso en los educativos al haber una restricción los estudiantes van a saber pensar, resolver y cómo salir de ciertas situaciones “conflictivas”.
En el estado de Morelos tenemos ocho diputados federales y tres Senadores de la República, quienes deben atender un asunto de productividad y desarrollo y, sin embargo, están ausentes de las demandas sociales todos.
Y la reforma laboral no agrede los derechos humanos y garantías individuales de ningún trabajador, incluso de las trabajadoras domesticas que hoy tienen derecho a la seguridad social, pero al darse la usencia patronal por razones de trabajo están. Más en el uso de la telefonía celular y sus aplicaciones.
La reforma laboral sobre el uso de la telefonía celular en los centros de trabajo no debe ser una agresión de ningún tipo, porque tanto el sector público como el privado y particulares daña “las horas nalga” como dicen los burócratas.
Tanto en el sector público como en el privado el prohibir introducir la telefonía celular no es un conflicto que violente los derechos de los trabajadores ni las garantías en sus derechos humanos, porque para eso están las oficinas de recursos humanos.
En otras palabras, en espacios personales, los trabajadores dejan sus aparatos telefónicos, en caso de alguna emergencia para comunicarse con su familia (principalmente) ahí están las oficinas de Recursos Humanos, que pareciera que ni funcionan.
Igual debe darse en las trabajadoras domésticas hay que reconsiderar su labor y también evitar la telefonía celular, más aún cuando el empleador esta fuera de casa sin saber si en realidad realiza su labor.
Así es que los ocho diputados federales y tres Senadores dejen de lado su aviaduría, para trabajar a favor de quienes dicen representar.Por hoy, es todo.
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